Cómo se mueve la plata cuando está hecha de deuda y bits.

Cómo se mueve la plata cuando está hecha de deuda y bits.
Foto por Jingming Pan

No es que los bancos se manden los billetes de un lado a otro cuando transfieres plata. La plata es información — bits — y es fácil darnos cuenta de eso. Lo difícil de entender es que la información NO se trata de cuanto uno tiene, sino de cuanto a uno le deben. Cuando lo entendí me voló la cabeza 🤯.

Cuando mi banco me dice:

"el saldo de su cuenta es $100.000",

Lo que en realidad me está diciendo es

"Leo, te debemos cien mil pesos chilenos y ahí tú nos irás diciendo como te gustaría ocuparlos. Cuando los quieras ocupar, te 'pagamos' tu plata. Mientras tanto, tú tranquilo, acá te la cuidamos.

Mover plata es registrar quién le debe realmente a quién.

Con la tranquilidad de que mi banco me cuida la plata, me voy a almorzar con unos amigos. La cuenta sale $50.000 y la pago yo con tarjeta de débito. Para simplificar, supongamos que:

  • El restaurant recibe la plata inmediatamente en su cuenta — mentira, y en 🚄 eso nos desespera y nos motiva: si la plata es información, ¡entonces debiera moverse a la velocidad de internet!
  • El restaurant tiene cuenta en el mismo banco que yo — bonita coincidencia.
  • Los $50.000 que pago le llega íntegro al restaurant — en realidad le llega un poco menos.

¿Qué pasó cuando pagué?

  • El banco sacó $50.000 de mi saldo. Me dijo "ahora te debemos menos plata Leo, porque usaste parte de lo que te debíamos para pagar ese almuerzo"
  • El banco agregó $50.000 al saldo del restaurant. El banco dijo "Señores del restaurant, les ha llegado un pago por $50.000 que voy a custodiar yo, así que sumémosle $50.000 a la plata que yo les debo".

No se movió realmente un peso. Mi banco cambió un par de numeritos en su base de datos y ya está.

Cuando se mueve plata entre bancos.

Si el restaurant hubiera tenido cuenta en ElOtroBanco que es distinto que MiBanco (y mantenemos los otros supuestos que simplifican todo), entonces nos toca meter a un tercer banco en la ecuación. Digámosle ElSuperBanco.

Entonces tenemos 5 actores:

  • Yo, que pagué la cuenta.
  • El restaurant, que recibió la plata.
  • MiBanco, que ahora me deberá $50.000 menos de lo que me debía antes
  • ElOtroBanco, que ahora le deberá $50.000 más al restaurant de lo que le debía antes.
  • ElSuperBanco.

¿Qué hace ElSuperBanco? Pues le custodia plata a MiBanco y a ElOtroBanco. O sea, les debe plata. Esos otros bancos tienen cuentas en ElSuperBanco.

Entonces para "mover" la plata desde mi saldo al saldo del restaurant, el eslabón que nos falta es que la cuenta de MiBanco en ElSuperBanco tendrá $50.000 menos. Y la cuenta de ElOtroBanco en ElSuperBanco aumentará en $50.000.

Y ya está.

Bueno, en la práctica hay mil detalles más y algunas complicaciones. ElSuperBanco es muchas veces el Banco Central del país donde vivimos.

Pero casi cualquier pago (con cheque, con vale vista, con transferencia, con domiciliación bancaria, con tarjeta local) va a "mover" plata simplemente ajustando quién le debe plata a quien.

¿Por qué parece difícil hacerlo rápido y seguro?

En parte por accidente. Las cámaras de compensación o ACH (de "automated clearing house") en los viejos tiempos se encargaban de contar y validar cheques para que las deudas se movieran correctamente de un lado a otro. La evolución de allí a cuadrar transferencias digitales no es trivial y la inercia de "así es como siempre ha funcionado" juega harto en contra.

En parte porque hay un tradeoff. Si lo haces rápido lo tienes que hacer increíblemente bien, porque cualquier error se puede traducir en que la plata ya se fue.

Donde sea que "moviste" plata por error, si los pagos son rápidos entonces esa plata ya pudo haber sido "movida" nuevamente hacia otro(s) destino(s), haciendo muy complejo una eventual reversa. Quien comete fraudes estará encantado de mover la plata rápido para hacer más difícil que lo descubran o se recupere lo sustraído.

Eso hace que le tengamos un poco de susto al impacto negativo que puede traer la tecnología. Es extremadamente obvio que la plata se puede mover a la velocidad de internet. Otra pregunta es si queremos. O si creemos que somos capaces. Como sistema financiero y como sociedad.

En Shinkansen 🚄  no nos resignamos a que la plata demore horas o días en llegar a destino. Ni a que existan límites demasiado estáticos o arbitrarios que impidan que transacciones perfectamente legítimas se lleven a cabo rápidamente. Creemos que la tecnología presenta desafíos pero también soluciones. La criptografía junto a las firmas digitales (usadas desde blockchains hasta en la tecnología que hemos creado en Shinkansen 🚄 ), computadores increíblemente poderosos (en el bolsillo de prácticamente cada persona en el mundo) y la capacidad de analizar en tiempo real patrones de transacciones de manera costo-efectiva (gracias a los avances de las últimas décadas en cloud computing) son parte del mix.

Existimos para que queramos mover la plata a la velocidad de internet. Para que en toda Latinoamérica seamos capaces de hacerlo 💪.